Hay días rojos. Esto es así. Días de quedarse bajo las mantas. A veces pasa. Y los cabrones llegan sin avisar.
También hay colorantes para cambiar el color de los días rojos. Mi colorante los días lluviosos es violeta, como mi paraguas.
Salgo
a la calle y me enchufo a la Violeta. Tardo en abrir el paraguas, las
gotas de lluvia me espabilan, me refrescan la cara y la mente.
La
lluvia disuelve el rojo que se va volviendo violeta al cabo de una hora
de callejear sin rumbo. Y después, ya estoy lista para volver al mundo
real. Para devolver las pelotas desde el fondo de la red, para meter
reveses imposibles a una mano, para subir a rematar dejadas inoportunas,
para seguir viva en el torneo y, tal vez, ganarlo.
Para salir a pista hay otra música. Pero esa es otra historia.
"Anyone's Ghost" - High Violet - The National
excelente!
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